Hoy te recomiendo especialmente dos artículos para que los leas tranquilamente e investigues un poco en la red acerca de los temas.
El primero de ellos está relacionado con lo que siempre se dice de que las modas se repiten. Y no me refiero a los pantalones de campana, que también. El periódico SOITU, ha publicado un artículo titulado Tejados de césped y muros de paja. Pincha en el enlace y, además de descubrir arquitectura tradicional de Islandia, descubrirás la nueva forma de construir que se puede llegar a imponer. Será que como cada vez hay menos vacas que coman la paja, habrá que buscarla una nueva salida... Si en Islandia funcionaba, ¿porqué no en climas algo más benignos?.
El otro artículo que te recomiendo hoy, ha sido publicado en el apartado de salud de la web EcoDiario de El Economista.es. Hace referencia a un tema que, de momento, no está muy en boga pero que seguramente algún día tengamos que tener en cuenta: el gas Radón. Pincha en este enlace para leerlo.
Este gas, como lo describe el artículo, se genera de forma natural en la desintegración radioactiva de ciertos componentes de rocas como el granito y sus alteraciones (Arena de Miga, jabre, trípoli,...). Es libera en concentraciones muy bajas en forma de gas que no suponen un peligro potencial ya que se disipa en la atmósfera. Tradicionalmente, las construcciones eran relativamente abiertas y ventiladas, y no concentraban el gas en exceso como para poder hacerlo preocupante. El problema radica en las construcciones actuales: forjados sanitarios sin ventilación (curioso, pero cada vez más normal...), habitáculos estancos sin apenas ventilación, etc, situados directamente sobre "emisores de radón". Como geólogo, cada vez que ha surgido el tema en una obra lo comentas. Evidentemente, raras veces se tiene en cuenta y total, como lo dice un geólogo... Triste pero a veces muy cierto.
Sería algo tan sencillo como ventilar los forjados sanitarios, garajes y otros habitáculos construidos directamente sobre estas litologías. Hay que tener en cuenta que el hormigón es permeable, por mucho que se insista que no.
Aun está en estudio como afecta este gas, pero tesis como la que se indica en el artículo suponen pasos importantes para entender esté fenómeno. Por si acaso, hasta saber como nos afecta, yo ventilaba. Que el gas se escape y siga su ciclo natural.
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