lunes, 14 de junio de 2010

No!! pero si mi perro no hace nada.

Leyendo artículos como éste, no puedo evitar que un escalofrío me corra por la espalda. Y eso que éste no es de los malos.

Reconozco que me encantan los perros, a pesar de desagradables experiencias de pequeño. Es una animal al que admiro por su capacidad de aprendizaje y, sobretodo, por su lealtad. Pero, a pesar de esto, no puedo evitar que al cruzarme con ciertos animales, porque NUNCA debemos olvidar que son animales, me corran más escalofríos por todo el cuerpo, sobretodo cuando van sueltos de gira por el pueblo.

Algunos de ellos se escapan. Otros, son los dueños los que los llevan "telecontrolados" convencidos de que a una voz suya el animal responderá como un autómata sin instintos (vamos, como en la mili...). Otros deciden que la mejor forma de pasear a su animal es haciéndolo correr tras de su coche por las calles del pueblo. Otros, sencillamente le abren la puerta de casa, le dan 3€ para pipas y le dicen eso de "a las 10 en casa" (total, si esto es un pueblo: ¿qué puede pasar?).

Nos hemos vuelto locos. No entendemos que el grito que damos cuando nuestro animal se acerca a oler a alguien "¡SI NO HACE NADA, TRANQUILO/A!", no sirve para alguien que tiene pánico a estos animales. Entonces, ¿dónde acaba mi "derecho" a llevar a mi animal sin control directo físico (es decir, atados cortos)? Perdón, he dicho mi “derecho”?!?!?! pero, ¿no estoy incumpliendo una ley ó algo de eso?. Cierto, así es. Nos creemos todos con el derecho a llevar a nuestro perro telecontrolado de alguna de las maneras descritas antes, sin pensar en las consecuencias: Caídas por gente que les da miedo, accidentes de circulación, meadas por las esquinas de nuestros vecinos. Y otras tantas que ahora no me vienen a la cabeza.

Hace poco tuve otra mala experiencia con un perro en La Estación. No entendí en ese momento, y ahora, en frío, tampoco lo entiendo, como yendo por una calle del pueblo tenía que aguantar que un perro de cierto tamaño, vamos, que no era un “perrito”, me saltara desde una finca particular cuya única protección es un muro de piedra de poca altura y unas arizónicas sembradas a cierta distancia. El perro, evidentemente, hizo su función: defender su territorio. Lo malo, que nadie le ha explicado que un ciclista que pasa por la calle no es motivo de alerta. Tampoco le han explicado que la calle no es su territorio.

Di parte de esto a la Policía Municipal, como debe ser. Desconozco que ha pasado. Ni quiero volver por allí para comprobarlo. Sólo espero que el policía a quién comuniqué dicho incidente haya hecho algo. No quiero oír algún día que un perro telecontrolado ha causado un accidente. Que ha tirado a un viandante. Que ha mordido. Que ha matado a un niño.

Sinceramente, ¿no hemos perdido el norte?. Yo creo que si. Hemos humanizado tanto a estos animales que pensamos que los controlamos. Y se nos olvida que a la gente le siguen dando miedo. Que pena damos.

Por cierto, tengo perro y evito telecontrolarlo por respecto, educación y porque he estado en el otro lado de la gente a los que les da miedo el perro.

con referencia a: http://www.elmundo.es/elmundo/2010/06/12/baleares/1276364376.html (ver en Google Sidewiki)

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